INTRODUCCIÓN
La utilización de la táctica es tan antigua que si hubiera que hablar de su origen se comenzaría con la supervivencia del hombre en la era primitiva de las guerras por el mundo (de las habilidades de Napoleón, de la Primera Guerra Mundial con el uso de la ametralladora y de la Segunda Guerra Mundial, con el uso de carros de combate y aviación), de los antiguos Juegos Olímpicos de Grecia, etc., se llegaría a la conclusión de que la táctica tiene un carácter militar.
En el deporte, como actividad social, las primeras manifestaciones de la táctica datan desde el surgimiento de los juegos en los cuales existía contacto físico ante la presencia de un adversario directo. Los hombres fueron capaces de extrapolar las acciones tácticas aprendidas y empleadas en la guerra con la finalidad de obtener la victoria ante su oponente. Más tarde, al surgir los primeros juegos de participación colectiva, se retomaron y perfeccionaron estas acciones con el mismo fin de ganar.
En tal sentido Fernández (1996) y Lobón (2014) coinciden en que en los juegos deportivos este componente de la preparación está relacionado solamente con la organización de los jugadores en el terreno, ya que sus funciones y misiones dentro de cada posición, en definitiva, es lo que permite establecer una serie de relaciones debidas a soluciones de juego que representan el desenvolvimiento del equipo frente al adversario, al objetivo parcial y a la intención que es, en última instancia, ganar cada acción o interacción de juego. Impone diferentes actitudes y comportamientos aunados en un conjunto de combinaciones, cuyos mecanismos asumen un carácter de una disposición universalmente válida, edificada sobre las particularidades del entorno (medio), lo que les permite establecer un lenguaje común.
Estos implican la necesidad de resolución de las situaciones de juego, de problemas tácticos continuamente variables que derivan del gran número de adversarios y compañeros con objetivos opuestos, a través del factor técnico-coordinativo.
El fútbol se caracteriza por ser muy dinámico y de gran creatividad, porque los sujetos que lo practican están expuestos a diferentes situaciones que se presentan en el terreno, las cuales deben ser solucionadas y cuyos resultados dependen del trabajo colectivo del equipo para lograr los objetivos, por lo que, de una forma u otra, requieren de un desarrollo de las acciones tácticas.
En la actualidad el deporte ha introducido nuevos sistemas de preparación, donde los preparadores lejos de someter a los jugadores a fuertes esfuerzos a partir del trabajo de las capacidades físicas, se enmarcan en una ardua preparación técnico-táctica a través de múltiples ejercicios, cuya dosificación es meticulosamente controlada, al tener como objetivo el incremento del rendimiento competitivo. Son múltiples las formas de programación desarrolladas por los preparadores, que se caracterizan por afrontar grandes concentraciones del trabajo interrelacionado, o sea, el trabajo físico con salida a los aspectos técnico -tácticos.
Al respecto, Costa, Garganta, Greco y Mesquita (2009) coinciden en que es un deporte que involucra una cantidad de situaciones problemáticas a resolver, incertidumbre y variabilidad en cada una de las acciones y más que acciones, son interacciones con el móvil, un tiempo, un espacio, los rivales, los compañeros donde las decisiones y las ejecución motriz constantemente se deben replantear según la percepción del centro de juego y esa solución momentánea, provocará otra interacción lo que exige un alto grado de adaptabilidad rápida y respuesta inmediata según las necesidades del equipo y los planteamientos, roles y decisiones del adversario.
El desarrollo alcanzado por el fútbol actualmente exige un alto nivel de rendimiento y desempeño táctico de los jugadores en competencia, por tanto, se ha convertido en un factor determinante de la preparación, ya que puede definir el resultado de los topes, competencias y la carrera deportiva de un equipo en sentido general. Por tanto, la aplicación periódica de controles y procedimientos con relación a las habilidades tácticas y los procesos cognitivos subyacentes a la toma de decisiones se consideran esenciales para valorar la preparación de un equipo en función de su excelencia en el rendimiento deportivo.
El equipo juvenil de La Habana presenta importantes resultados en los juegos nacionales de la categoría, entre los que se destacan la medalla de oro conquistada en los años 2016-2017 y las medallas de plata en 2014-2015 y 2015-2016, además de la incursión de varios de sus jugadores en la preselección nacional para enfrentar los compromisos internacionales. No obstante, durante la etapa 2017-2018 el equipo ha estado alejado de lo esperado.
En sus resultados han influido muchos factores, pero, sin lugar a dudas, el componente táctico-ofensivo y el desempeño de los jugadores en la solución de situaciones tácticas constituyen un elemento importante a los efectos de la competencia.
Este aspecto de la preparación resulta insuficiente debido fundamentalmente a que no se logra preparar al equipo sobre la base de un sistema de juego de la forma más integral posible al desempeño táctico-ofensivo de los jugadores de modo que les permita solucionar las diferentes situaciones táctico-defensivas mostradas por los equipos contarios en las competencias. Ello se explica porque:
Los jugadores adolecen de planteamientos tácticos a la ofensiva a partir de las condiciones defensivas que muestran los equipos contrarios
Se muestran deficiencias en la frecuencia de participación de los jugadores en las combinaciones táctico-ofensivas (iniciadores, miembros y los que culminan la acción)
Los jugadores, en ocasiones, no son capaces de definir cuál o cuáles combinaciones tácticas resultan de mayor efectividad para el equipo y cuáles jugadores son los más capaces a partir de la situación que presenta el contrario de solucionar el problema táctico- ofensivo con mayor eficiencia.
El equipo realiza los ataques de forma desorganizada y con poca movilidad, porque al momento de tener presentes los principios táctico- ofensivos muestran problemas con el desmarque de ruptura, el cambio de juego, la pared, así como en el viraje del juego después de tener la posesión del balón y con la realización de fintas colectivas para culminar con una ofensiva racional que condicione situaciones de tiro, entre otros aspectos.
Estas insuficiencias expresan la situación problemática que justifica el hecho de que los autores se hayan planteado cómo contribuir a la preparación táctica ofensiva del equipo juvenil de fútbol de La Habana, lo que los condujo a trazarse como objetivo diseñar un sistema de juego que contribuya a la preparación de la táctica ofensiva de ese equipo juvenil de fútbol.
MATERIALES Y MÉTODOS
En el estudio se utilizaron diferentes métodos de investigación que les permitieron a los investigadores cumplir con el objetivo propuesto, entre ellos se encuentran: el análisis de documentos que se empleó para verificar cómo se orienta la preparación táctica, (tesis, revistas, folletos, textos y documentos sobre la táctica) y extraer información fundamentalmente de la táctica ofensiva, mientras que el analítico- sintético se empleó para analizar los contenidos existentes en la bibliografía acerca de la táctica, y redactar el marco teórico conceptual de la investigación. En cuanto al método inducción-deducción se aplicó con el objetivo de lograr generalizaciones relacionadas con el estado de la población estudiada mediante la aplicación de los métodos empíricos en la fase diagnóstica, además de definiciones generales a las características del contexto particular del estudio; mientras que el enfoque sistémico estructural permitió sustentar y conformar la propuesta, integrar la jerarquía de los componentes que lo forman e imprimir el carácter sistémico entre ellos, así como lograr la sistematicidad deseada en la investigación.
Referido a la modelación permitió la elaboración del sistema de juego a partir del estado deseado en torno a las proyecciones ofensivas del equipo, lograr su consistencia interna y su relación con los elementos que lo conforman para que el equipo alcance un mejor comportamiento táctico en el campo de juego.
Respecto a los métodos empíricos se aplicaron en el estudio con el objetivo de determinar las concepciones relacionadas con la preparación táctica en el Programa Integral de Preparación del Deportista, en la búsqueda de información sobre las vías y contenido, mientras que la observación pedagógica se realizó por medio de la percepción directa, dirigida a obtener información respecto al comportamiento del equipo en los diferentes enfrentamientos. El tipo de observación llevada a cabo fue directa y abierta.
Se utilizó la estadística descriptiva y el análisis porcentual para la caracterización inicial. Se elaboró una tabla que muestra los resultados de los indicadores (mínimo y máximo) que facilitaron el análisis e interpretación de los resultados y demostraron la veracidad de los resultados obtenidos en el diagnóstico y, la prueba de Friedman para comprobar la significación de los cambios en muestras relacionadas del tipo antes y después.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Corresponde a este capítulo el análisis e interpretación de los datos recopilados en los cuatro juegos efectuados por el equipo juvenil de La Habana compuesto por 25 jugadores frente a los equipos Mayabeque, Isla de la Juventud, Pinar del Rio y Artemisa mediante la aplicación de la guía de observación con sus respectivos indicadores acerca de la táctica ofensiva. Este proceso se hace en base a la presentación de los resultados estadísticos por cada uno. Se seleccionaron a partir de las variables y dimensiones de la investigación. Los datos obtenidos se muestran en forma de frecuencias relativas o porcentajes, en tabla elaborada para tal fin (Ver tabla 1). Es importante destacar que el análisis se efectuó trasladando y agrupando los datos de cada acción ofensiva dentro del juego de acuerdo con los indicadores que conforman dicha dimensión y a su vez, la variable.
Tabla 1.
Comportamiento de los indicadores
Fuente: elaboración propia
Al realizar una valoración de los porcentajes arrojados en cada uno de los indicadores, se constataron los resultados positivos alcanzados en la aptitud de los jugadores en el campo de juego donde se obtuvo el 80.1%; la penetración con una efectividad de 65%; la improvisación, que representó el 69%; el desmarque con apoyo, que alcanzó el 73.3% y las ayudas permanentes que simbolizaron el 69.7%, no siendo así dicho comportamiento en los otros que alcanzaron resultados negativos como: desmarque de ruptura donde se trabajó para el 57%; el desdoble que significó el 56.4%; la pared, que representó el 57.7%; el cambio de juego, que se comportó con baja efectividad ya que representó el 59% y el cambio de ritmo, que significó el 51%.
Los resultados negativos de dichos indicadores evidencian el estado actual del equipo, donde se constata que a pesar de la ardua preparación que realizan los entrenadores que laboran con dicha categoría con relación a la táctica ofensiva, muchos de los jugadores presentan dificultades en cuanto al desarrollo de un juego dinámico, comunicativo entre las diferentes líneas de juego, al igual que el dominio de los principios tácticos de juego como la introducción lo más rápido posible de una ofensiva en el viraje después de tener la posesión del balón y aprovechar las deficiencias del sistema defensivo del contrario, la continuidad rápida de pase y recibo para poner en juego el balón dentro de lo posible sin arriesgar la seguridad de este, la intensificación del trabajo del jugador sin balón siempre con la finalidad de desmarcarse para ir a un lugar libre, cambiar de posición y la realización de fintas colectivas para culminar con una ofensiva racional que condicione situaciones de tiro, aspectos que unidos a la deficiencias de los indicadores antes mencionados limitan su accionar dentro de la cancha de juego.
También es importante destacar, cómo una parte de los jugadores en las proyecciones ofensivas presentan dificultades en cuanto a la movilidad dentro del campo de juego, o sea, que juegan parados, la anticipación e interpretación de las jugadas ante la marca del contrario, el juego colaborativo y la coordinación entre los media y la delantera.
Propuesta de sistema de juego para el equipo juvenil de La Habana
Para determinar el sistema táctico-ofensivo de juego a seleccionar para el equipo, resultó importante conocer las características de los jugadores, así como el nivel de preparación física, técnica, táctica, psicológica y teórica para concebir las formas de ataque del equipo. El éxito de los sistemas de juego o de una determinada combinación consiste en que le sea asignada a cada jugador, de acuerdo con su función y habilidades, la tarea que debe realizar para lograr el objetivo propuesto. No basta con que los atletas dominen los fundamentos del juego, sino que los sepan emplear en determinadas situaciones para solucionar los problemas que se presentan.
Otro aspecto importante en la determinación del sistema de juego fue conocer las características y particularidades del contrario de manera general y de cada uno de sus jugadores en particular. De esta forma la concepción del sistema va dirigida a los puntos vulnerables del equipo a enfrentar. También es importante destacar que cuando no se cuenta con información previa de las principales características del equipo contrario, el sistema ofensivo a emplear, dada su flexibilidad, puede ser ajustado o sustituido por otro a partir de la exploración que realicen los jugadores y el entrenador en los primeros minutos de juego.
La elección del sistema de juego y su forma para los juveniles de La Habana viene condicionada por el objetivo a conseguir, el resultado. Dicho resultado es el que ha condicionado la elección del sistema de juego. (Ver figura 1)
Fuente: elaboración propia
Figura 1.
Sistema de juego: Táctica y fundamentos del juego. Sistema de juego: 1-4-3-3
Ventajas del sistema de juego para el equipo
Los volantes se convierten en volantes mixtos (50% de ataque y 50% de defensa), pero tienen toda la libertad de creación para el ataque
Los laterales son defensas con proyecciones ofensivas
Los medios de contención son baluarte en el sistema.
Superioridad ofensiva en los espacios.
Línea ofensiva corrobora a presionar al adversario a la defensa
CONCLUSIONES
Los resultados del diagnóstico a través de los diferentes indicadores constata que, el equipo masculino de fútbol de La Habana durante los cuatro al dominio de los principios tácticos de juego a la ofensiva.
En cuanto al comportamiento de la táctica ofensiva vs al comportamiento defensivo de los equipos adversarios, los jugadores presentan dificultades en cuanto al dominio de los principios tácticos de juego a la ofensiva.
La propuesta del sistema de juego, teniendo en cuenta las características y el domino táctico-defensivo de los jugadores, puede contribuir a un mejor comportamiento del equipo con relación a las proyecciones ofensivas.