Introducción
En el mundo actual y en la formación del futuro de la sociedad, el sector educacional adquiere relevancia, pues garantizara la elevación del nivel de enseñanza científico, tecnológico, cultural, político e ideológico de todo el pueblo.
La educación superior es generada y a su vez forma parte de la sociedad. Los sistemas de posgrado, tienen que corresponderse con la base económica predominante y el nivel de desarrollo alcanzado, a la vez que deben estar directamente vinculados con los principios rectores de la política educacional del país.
Los objetivos generales de estos sistemas en el mundo pueden resumirse en:
Proporcionar la complementación, actualización y profundización necesaria a los profesionales.
Desarrollar habilidades y capacidades creadoras en los profesionales.
Desarrollar actitudes para el trabajo independiente y científico.
Desarrollar capacidades y maestría pedagógica en los docentes.
Desarrollo de Competencias profesionales.
El modelo educativo cubano tiene en su esencia el desarrollo de dichos objetivos y su prioridad en la preparación integral del profesional, reto que asumen los educadores en su quehacer diario y que exige una preparación constante, actualizada.
Sentencia Rodríguez (1998) que en los diferentes sectores educativos la necesidad es propiciar más que información y conocimientos, competencias para afrontar la vida.
La necesidad de tratar estos aprendizaje que incluyen la formación de competencias van a servir en diversos ordenes de la vida a los jóvenes profesionales, por lo que se prioriza en este estudio, la competencia comunicativa que subyace en todas las demás.
Las Competencias Comunicativas se entienden como un conjunto de procesos lingüísticos que se desarrollan durante la vida, con el fin de participar con eficiencia y destreza, en todas las esferas de la comunicación y la sociedad humana. A medida que adquirimos herramientas y experiencia, para el respectivo despliegue de las competencias comunicativas, el ejercicio auténtico de la producción discursiva y la interacción comunicativa, se dará de manera clara, oportuna y precisa, entre las sociedades que favorezcan su desarrollo.
El lenguaje verbal y el lenguaje no verbal (cine, música, pintura, etc.), la diversidad lingüística, la gestualidad, la emocionalidad, la comprensión de las diferencias, las semejanzas entre el habla y la escritura y el papel mediador de la lectura, se vinculan a nuestra capacidad de comprender, interpretar y elaborar contenidos comunicativos, para la interpretación del mundo, la expresión de la subjetividad y el ejercicio de nuestra ciudadanía.
Es necesario que la institución docente contribuya a fortalecerla, máximo cuando se trata de la Educación Superior, donde el estudiante se apropia de un estilo de comunicación para el resto de su vida profesional.
Particularizando el estudio de la temática en la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y Deportes se proyecta desde hace algunos años en el Departamento de Idiomas con un trabajo de formación dirigido al español comunicativo, relacionado con el desarrollo de la competencia comunicativa de los estudiantes y extendido a la superación posgraduada de los profesionales.
En consecuencia con estas ideas, existen determinados elementos a perfeccionar:
La ubicación en el Plan de estudio es solo en un semestre de la carrera, insuficiente para perfeccionar sus conocimientos y para aplicarlos una vez alcanzado los diferentes saberes especializados.
Constituye una evidencia la limitación en el dominio de las habilidades comunicativas en los exámenes orales de pregrado y posgrado, así como en otros procesos que exigen intercambio como los eventos metodológicos y científicos.
Se revela en las memorias escritas de diferentes programas las limitaciones en la lengua escrita que denota incapacidad en el manejo de los recursos comunicativos para trasmitir sus ideas científicas.
Por tanto, la situación problémica está dada por la necesidad de transformar la acción comunicativa y en efectivo el desarrollo de habilidades comunicativas para el trabajo científico, dirigidas a cada una de las esferas de actuación del profesional, necesidad que evidencia buscar nuevos aprendizajes para desarrollar una competencia comunicativa.
Por lo que el objetivo de este trabajo es desarrollar la competencia comunicativa del profesional de Cultura Física y Deporte.
Desarrollo
Las competencias constituyen en la actualidad una conceptualización y un modo de operar en la gestión de los recursos humanos que permite una mayor articulación entre gestión, trabajo y educación.
El enfoque por competencias en el mundo laboral internacional transita en la actualidad por un proceso de importantes cambios que apuntan a la reorganización industrial, la competitividad, el crecimiento de la capacitación del sistema empresarial, el máximo aprovechamiento de tecnologías y a la concepción del hombre como centro de las estructuras y modos de actuación y organización empresarial y es factor de impulso para el logro de tal competitividad y del incremento de la productividad.
Sobre ellos es que se actúa para lograr el incremento de la calidad y de la competitividad y por tanto es de ahí de donde proviene la importancia y vigencia que se otorga en estos momentos, al desarrollo de la comunicación como proceso esencial que se basa en la calidad de los sistemas interactivos en que el sujeto se desempeña y tiene un papel fundamental en la atmósfera psicológica de todo grupo humano.
Toda institución, de acuerdo con el vínculo diferenciado que se establezca entre sus miembros, se distingue por un determinado estilo de comunicación y éste por determinadas pautas, reglas y valores que se corresponden con las importantes funciones de la comunicación.
El acto comunicativo no se entiende como algo estático, ni como un proceso lineal, sino como un proceso cooperativo de interpretación de intenciones. No se limita a la expresión oral de manera simultánea se puede dar en diferentes modalidades (escuchar, hablar, leer y escribir), por esto requiere capacidad de codificar y decodificar mensajes atendiendo a las finalidades de la comunicación.
Según Castillo (2000) la competencia comunicativa es entendida como la capacidad de comprender un amplio y rico repertorio lingüístico dentro de la actividad comunicativa en un contexto determinado.
Esta comprensión se corresponde con dos ideas de Habermas (1987) que considera que la competencia comunicativa en esencia consiste en establecer un diálogo con los contextos y consiguientemente las competencias comunicativas básicas constituyen desarrollo mínimo de las acciones de interpretar, argumentar y otras.
La competencia comunicativa incluye los procesos lingüísticos, psicolingüísticos y sociolingüísticos, por esta razón, trasciende el sentido propio del conocimiento del código lingüístico para entenderse como una capacidad de saber que decir, a quién, cuándo, cómo decirlo y cuando callar, lo que implica considerar los aspectos sociológicos y psicológicos empleados.
Pulido y Pérez (2004) sistematizan nueve componentes de la llamada competencia comunicativa a la que definen como competencia comunicativa integral, en términos de ser, por lo que refieren que es "…la habilidad del que aprende la lengua para expresar, interpretar y negociar significados socioculturales en la interacción entre dos o más personas o entre una persona y un texto oral o escrito, de forma tal que el proceso de comunicación sea eficiente y esté matizado por modos de actuación apropiados".
Esta competencia comunicativa integral, estaría conformada no por los cuatro componentes de Canale y Swain (1983), sino por cinco más que añaden hasta hacer un total de nueve, a saber: la competencia cognitiva, la competencia lingüística, la competencia discursiva, la competencia estratégica, la competencia sociolingüística, la competencia de aprendizaje, la competencia sociocultural, la competencia afectiva y la competencia comportamental.
En los últimos años, entre sus múltiples definiciones Ortiz (1997) hizo referencia al desarrollo de esta competencia en el educador; Fernández (1996-2002) ha orientado su estudio desde un enfoque psicológico y la ha incluido como un factor de la eficiencia profesional; Roméu (2003 - 2005) ha realizado el enfoque que resulta el más integrador por incluir todas las áreas del desarrollo humano que posibilitan la participación del sujeto en diferentes contextos comunicativos.
Desde la psicología, el término competencia, se define de modo más general como la "…configuración psicológica que integra diversos componentes cognitivos, metacognitivos, motivacionales y cualidades, en estrecha unidad funcional, que autorregula el desempeño real y eficiente en una esfera específica de la actividad, atendiendo al modelo de desempeño deseable socialmente en un contexto histórico concreto." (Fernández y otros, 2000).
La autora al analizar lo antes expuesto, considera la competencia comunicativa como un estado de preparación del sujeto, que exige un proceso para ser formado y desarrollado a partir de la intervención pedagógica.
La competencia comunicativa, su interpretación epistemológica, psicológica y pedagógica
En la década de los años setenta, los primeros etnógrafos de la comunicación Gumperz y Hymes postularon la existencia de una competencia para la comunicación o competencia comunicativa, que comprende lo que un hablante-oyente real, dotado de ciertos roles sociales y miembro de una determinada comunidad lingüística, debe saber para establecer una efectiva comunicación en situaciones culturalmente significantes y para emitir mensajes verbales congruentes con la situación.
Para estos teóricos, la competencia comunicativa es un conjunto de normas que se va adquiriendo a lo largo del proceso de socialización y por lo tanto, está socioculturalmente condicionada. Así pues, esa Competencia Comunicativa exige no solo la habilidad para manejar una lengua sino además saber situarse en el contexto comunicativo de cada comunidad específica, en sus diversas formaciones sociales, culturales e ideológicas.
La competencia comunicativa se manifiesta tanto en los sistemas primarios que son los de la comunicación cotidiana y en los sistemas secundarios que son de mayor elaboración y complejidad.
La competencia comunicativa se configura por la adquisición y desarrollo de una serie de competencias:
La competencia lingüística se caracteriza por la capacidad de un hablante para producir e interpretar signos verbales.
La competencia paralingüística es la capacidad de un hablante para utilizar de manera adecuada determinados signos no lingüísticos que le permiten expresar una actitud en relación con su interlocutor.
La competencia quinésica se manifiesta en la capacidad consciente o inconsciente para comunicar información mediante signos gestuales.
La competencia proxémica consiste en la capacidad de los hablantes para manejar el espacio y las distancias interpersonales en los actos comunicativos.
La competencia pragmática es el punto de partida de esta competencia es la consideración del hablar como un hacer, que les permite asociar los enunciados con los contextos.
La competencia comunicativa en el profesional de la Cultura Física y Deportes
El concepto de acción comunicativa es una de las bases que estableció el filósofo alemán Jürgen Habermas para estructurar su Teoría crítica de la modernidad quien define “Las estructuras de acción comunicativa orientadas a un acuerdo se vuelven cada vez más efectivas tanto en la reproducción cultural como en la interacción social o en la formación de la personalidad”. Habermas (1987).
Al analizar los tipos de acciones comunicativa se hace necesario referir, la noción de competencia comunicativa planteada por Hymes (1972), referida al uso del lenguaje en actos de comunicación particulares, concretos y social e históricamente situados.
En el ámbito escolar, las unidades de competencia se convierten en unidades de aprendizaje, que incluyen los contenidos, los procesos, los resultados y las condiciones para que el aprendizaje sea efectivo.
Es importante destacar que la Educación Física ocupa un lugar importante en el desarrollo de la personalidad y retomando ideas expresadas por profesionales del área se declara que en la práctica sistemática de actividades físicas en cualquier edad se desarrollan los aspectos siguientes: procesos, cualidades y funciones psicológicas necesarias para alcanzar el éxito en las propias acciones motrices y en otras actividades cotidianas, se profundizan las convicciones y aumentan las vivencias de éxito, lo que favorece el desarrollo de la autoconfianza y autovaloración.
Por lo que resulta evidente, que el concepto de ser competente expresa la importancia de resaltar que la competencia de los individuos se deriva del propio dominio de un conjunto de atributos (como conocimiento, valores, habilidades y actitudes) que se utilizan en combinaciones diferentes para desempeñar distintas tareas ocupacionales.
Lo característico del modelo por competencias UNIVERSIDADES es que los criterios de evaluación para las competencias conceptuales (cognitivas) y técnicas (psicomotoras) se establecen en cuatro categorías importantes: Familiaridad - Comprensión - Aplicación y Experticia. Como se ha mencionado anteriormente, una competencia también puede ser evaluada a partir de objetivos de aprendizajes.
En estas formas de superación se materializan las actividades prácticas, actividad profesional, publicaciones científicas, preparación de exámenes, redacción de textos, investigaciones u otras necesarias para alcanzar las metas propuestas. La evaluación final de los cursos y programas depende de sus objetivos y exigen la demostración de las habilidades requeridas en investigación, desarrollo, innovación u otras declaradas donde se exprese el rigor teórico y metodológico.
Teniendo en cuenta lo anterior, la autora reconoce en las actividades de posgrado los aspectos que constituyen desafíos educativos en este proceso:
En el Proceso Docente Educativo somos sujetos sociales con amplia interacción, con una variada representación, que exige destrezas para interpretar ideas y sentidos compartidos.
Los ámbitos cognoscitivos -emocionales se han transformado por la mediación de la tecnológica comunicacional.
El proceso de comprensión y construcción de nuevos saberes exige privilegiar habilidades que permitan a los sujetos comunicadores seleccionar y contextualizar, para lograr analizar, comparar, clasificar, problematizar entre otras habilidades para transformar los entornos que conforman los ecosistemas comunicacionales.
La autora retomando la teoría pragmática de la comunicación expresa como punto de partida los elementos que la componen como competencia comunicativa: un contexto común, una actividad organizada y una cultura sostenida en un medio trasmisible.
La autora asume, la competencia comunicativa como la capacidad que adquiere el profesional al saber usar los conocimientos integrados de la lengua materna, materializado en el uso de las habilidades del lenguaje, que responden en su desarrollo a una base social y específica del contexto en el que tiene lugar la comunicación. Llevándole a distinguir en las diversas situaciones socioeducativa la interpretación a través del lenguaje verbal y el lenguaje no verbal y el papel mediador de la lectura donde se vincula la capacidad de comprender, interpretar y elaborar textos comunicativos que impacten por su autoexpresión.
Retoma los postulados de Van Dijk (1995) que confirma el hecho de que los esquemas mentales, las actitudes y los valores no son solo fenómenos individuales sino que están presentes en las mentes de los integrantes de una comunidad, al compartir ciertos modelos de representación mental, los miembros de una comunidad cuentan con una base común para conceptuar situaciones, eventos y actos de habla y también interpretar la ausencia de los mismos.
Se utiliza para el estudio, la investigación acción, con metodología cualitativa, en los métodos teóricos, predomina el método inducción deducción, y en los empíricos predomina la observación participante, se desarrolló en toda de la estructura deportiva por lo que se define con la matrícula de la superación de posgrado de los cursos escolares 2013-2014,2014-2015, la muestra es probabilística-estratificada donde la población se divide en estrato de acuerdo a las características de esta investigación.
Precisando así los aspectos de la competencia comunicativa que se distinguen en la comunicación del profesional de la Cultura Física y el Deporte y son necesarios para perfeccionar en los enfoques comunicativos a trabajar:
Enfoque cognitivo - contextual, por su especificidad en los saberes y por su exigencia del uso de la comunicación verbal y la comunicación no verbal que comprende: lo gestual y motriz. Contextual porque responde a las esferas de actuación del profesional que son: la educación física, los deportes, la cultura física terapéutica y profiláctica, la recreación física.
Enfoque afectivo- psicomotor, por su trascendencia en el desarrollo de hábitos y habilidades, así como el área psicomotora (imitación, control y automatización) y el área afectiva (receptividad, respuesta y valoración).
Enfoque comportamental-comunicativo, se encuentran mediatizados por características que conjuguen el alto nivel de profesionalidad y las aptitudes comunicativas del mismo. Se opera a través de una construcción de significados según su contexto de uso.
El enfoque cognitivo - contextual, se corresponde con la función informativa y se expresa en la interacción o retroalimentación entre los interlocutores.
El “saber hacer” acerca de la comunicación es un patrimonio cognitivo, es la interpretación orientada a comprender la realidad, responde al modelo educativo de acción -reflexión -acción, exige para ambos emisor-receptor campos comunes de experiencia en la práctica deportiva.
Que exige:
Sistematizar la lectura para desarrollar la reflexión metacognitiva.
Exponer la información y socializar la situación de enseñanza-aprendizaje atendiendo a la lógica discursiva.
Representar el vocabulario técnico para lograr la originalidad y fluidez verbal.
Utilizar la conceptualización y sistematización con el uso del lenguaje científico, concretado en registros adecuados a la diversidad del practicante.
Emplear la descripción y la argumentación para hacer énfasis en la lógica de la ciencia o ramas del saber que sustenta la profesión.
Interpretar adecuadamente los recursos extra verbales.
Aportar representaciones cognitivas ajustadas a las condiciones de su aplicación desde el desarrollo de un pensamiento dialéctico.
El enfoque afectivo- psicomotor, por su trascendencia en el desarrollo de hábitos y habilidades, así como el área psicomotora (imitación, control y automatización) y el área afectiva (receptividad, respuesta y valoración).
Que exige:
La autorregulación personal porque es parte del aprendizaje profesional.
Participación del otro dada por el brindar la estimulación y retroalimentación adecuada, mantener un comportamiento democrático y no impositivo.
Aceptación de ideas, no interrupción de discurso del otro, promover la creatividad.
Acercamiento afectivo que se puede manifestar en la expresión de una actitud de aceptación, de apoyo y dar posibilidad de expresión de vivencias al otro.
La práctica del desarrollo de la visión compartida en un profesional del Deporte supone el desarrollo de aptitudes, habilidades, capacidades para configurar una visión de futuro compartida.
El enfoque comportamental-comunicativo, se encuentra mediatizado por características que conjuguen el alto nivel de profesionalidad y las aptitudes comunicativas del mismo.
Que exige:
El aprendizaje en equipos porque en equipo se aprende con mayor rapidez y se logra la acción coordinada.
Propiciar la interacción comunicativa en la organización de la actividad conjunta.
Se fusiona la conducta comunicativa y de actividad cognoscitiva con ello se condiciona, por una parte, la asimilación de determinado conocimiento y por otra, la cooperación entre los participantes para resolver sus tareas.
En el desarrollo de los talleres se trabajan estos enfoques que exigen del profesional un conocimiento científico metodológico profundo de su área de desempeño y a la vez un completo dominio del vocabulario técnico, así mismo refiere la necesidad de tener las habilidades comunicativas que facilitarían el desarrollo de su actividad.
Conclusiones
La formación de la competencia comunicativa en un área particular en el campo de las ciencias se orienta hacia el desarrollo de las dimensiones del actuar humano.
En los fundamentos teóricos el carácter holístico del concepto de competencia comunicativa toma en cuenta la cultura y el contexto de trabajo del profesional de la Cultura Física y el Deporte. Desde esta óptica, se plantea que la formación impulsada por esta institución educativa debe diseñarse expresada en los enfoques comunicativos que integran el conocimiento para un correcto dominio del lenguaje y ofrezca habilidades para la asertividad de la comunicación.