INTRODUCCIÓN
Las investigaciones sobre las emociones en el deporte van desde el análisis de los estados de predisposición psíquica, la tensión y los diferentes tipos de prearranque (Puni, 1977; García, 2004; González, 2007), hasta los estados de la ansiedad en los deportistas y la respuesta emocional (García, 2004).En Cuba estos estudios abarcan algunas disciplinas deportivas. El tenis de mesa es de aquellas en las que escasean estrategias para solucionar las dificultades y favorecer la estabilidad emocional (Molodozoft, 2008). Existen vacíos teóricos y prácticos para atender el objeto a investigar.
En especial, en los atletas de la categoría Sub-18 del equipo nacional de tenis de mesa se aprecian insuficiencias en el pensamiento táctico para solucionar problemas que se presentan en fracciones de segundos durante el juego. A pesar de los resultados en las competiciones aún persisten comportamientos inadecuados, debido a la falta de manejo emocional e inexistencia de estrategias resilientes (Reche & Díaz, 2018), desde la planificación de la estrategia de juego hasta la efectividad de las acciones tácticas (Bode et. al, 2013). Se hace necesario explorar la estabilidad emocional de los atletas categoría Sub-18 del equipo nacional de tenis de mesa.
Se asumen como fundamentos teóricos del estudio el concepto de estabilidad emocional (García, 2004), la reacción emocional (Bermúdez, 2003), los niveles de disposición para el entrenamiento y la competencia (Suárez, 2012), el papel de las emociones y la respuesta emocional del deportista (González, 2007). También los estudios realizados por López, Salovey, Coté y Beer, (2005) citado en Fernández, P. y Extremera, N. (2005) acerca de la interrelación de la estabilidad emocional como rasgo de personalidad y la inteligencia emocional, como capacidad a educar, dentro de los aspectos que caracterizan la identidad de una personalidad positiva (García et al., 2016).
Menilko (1987) citado en García (2001), clasificó las reacciones a la carga de entrenamiento, a partir de una propuesta de Gorbunov (1988) citado por García (2001), en tres grados diferentes: nerviosismo, inestabilidad emocional y astenia. Entendiendo la manifestación de inestabilidad emocional como : desgana, reservas acerca de alcanzar las metas de rendimiento, inquietud, fallas en la concentración de la atención y errores en la ejecución de los ejercicios, depresión, quejas acerca de molestias físicas, recuperación y trastornos ligeros del dormir.
La investigación se posesiona en el concepto de estabilidad emocional como habilidad para mantenerse estable y equilibrado y experimentar emociones positivas fácilmente (García, 2004). Se estudian, a su vez, los factores psicosociales que determinan la existencia de estabilidad emocional y tributan al desarrollo de la capacidad de resiliencia (Reche & Díaz, 2018). Por tanto, el estudio en cuestión se trazó como objetivo explorar la estabilidad emocional en los atletas del equipo estudiado.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó una investigación descriptiva al equipo de tenis de mesa en el Centro de Alto Rendimiento "Cerro Pelado". La muestra fue de seis atletas del sexo masculino, de 18 años de edad, que constituyen el 50% de los atletas del equipo nacional de ese deporte, debido a que los varones han obtenido históricamente resultados más significativos. En función de la investigación se utilizaron métodos del nivel teórico que permitieron conocer los antecedentes de la estabilidad emocional: el de análisis-síntesis para la fundamentación del problema de la investigación y el análisis de las diferentes bibliografías consultadas; del nivel empírico, la observación dirigida, que se efectuó en dos momentos: en entrenamiento y en la competencia, a partir de una guía, con el objetivo de valorar el comportamiento de los deportistas. Se observaron los 6 atletas en 1 set durante 1 partido cada uno, en juegos de control interno, en dos sesiones de entrenamiento del período general 2019 para un total de 12 set en el primer momento. Y un segundo momento, al final del período general en una competencia abierta, donde se observaron 12 set, es decir, dos set por cada atleta primero en la zona y después, en la semifinal, en juegos de 5 a ganar 3, por lo que fueron observados un total de 24 set. Como condición de la observación solamente se diagnosticó un único atleta por juego.
La entrevista semiestructurada realizada a la muestra tuvo como propósito explorar la situación actual del equipo en general, además de investigar los factores de riesgo que condicionan la aparición de la inestabilidad emocional, y los factores protectores que posibilitan el ajuste y autorregulación emocional (Seligman, 2002).
Se utilizó también como técnica el Test de evaluación de Personalidad Eysenck (1994) para medir la estabilidad emocional en deportistas. Es un cuestionario que contiene 210 preguntas, explora 7 subfactores que determinan la estabilidad emocional como son: autoestima, felicidad, ansiedad, obsesividad, autonomía, hipocondría y sentido de culpa. La clave para obtener la puntuación propia en las siete escalas se da en los cuadros que el test ofrece. Este, en forma global, mide el equilibrio o desequilibrio, al evaluar factores de la personalidad que inciden para determinar los rasgos de la emotividad.
Para evaluar la autoestima se utilizó la prueba de terreno de Éxito-Fracaso (Sainz, 2019). Consistió en proponerle a cada atleta que lanzara una pelota a un punto con un máximo de 10 intentos para determinar la correlación entre sus aspiraciones de rendimiento (AR) y su rendimiento (R). El procedimiento utilizado para el análisis de la información consistió en observar la muestra en entrenamiento y en competencia, aplicar entrevistas y cuestionario según lo que se estudia, y proceder a su descripción.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Análisis de resultados en las pruebas aplicadas
Durante el entrenamiento y la competencia del período de preparación general, presentaron cambios en su estado de ánimo, se enfermaron 2 atletas, se lesionó uno, se mostraban cansados, presentaron tres de ellos lentitud en la ejecución técnico-táctica, por lo que en 4 de los casos existió bajo rendimiento y resultados inesperados como la derrota; expresaron desconcierto ante injusticias, manifestaron indecisiones sobre qué hacer para ganar en un momento de la competencia no contemplado durante el entrenamiento, y surgieron comportamientos lesivos hacia el contrario.
La entrevista arrojó, en cuanto a la situación actual del equipo, en general, la presencia en los 6 atletas estudiados de respuestas emocionales (ansiedad, depresión, tristeza, desmotivación, rechazo, ira, enojo, llanto, inadaptación, autovaloración inadecuada, miedo, inseguridad), asociadas a: nivel de éxito-fracaso, corrección de errores, conductas familiares, e inexistencia de estrategias resilientes (García., Molinero, O., Ruiz, R., Salguero, A., 2017).
En la Tabla 1 que se presenta a continuación, se muestran los principales factores de riesgo que se obtuvieron como hallazgo de la investigación y que condicionan la inestabilidad emocional en los atletas y los factores protectores que permiten la autorregulación.
Tabla 1.
Factores de estabilidad emocional
Fuente: elaboración propia
Al comparar los resultados de la entrevista con un estudio realizado para modificar las emociones negativas en atletas del equipo nacional de remo (Rodríguez, 2016), se coincide en que las emociones que más se manifiestan en los remeros son la ansiedad y la depresión. Los indicadores que más conllevan la aparición de estas emociones son: el estrés, la angustia, la tensión psíquica, el miedo, la baja autoestima y los sentimientos de inseguridad. Dicho estudio muestra al igual que esta investigación que es el sexo masculino el que experimenta elevada presencia de emociones negativas. De manera general en la entrevista se constató que a los atletas de esta edad les cuesta tener relaciones interpersonales estables emocionalmente y esto les causa angustia e inquietud. Trasladan los conflictos familiares a la vida estudiantil, a las amistades y, a la inversa. Se autoprovocan un encierro interno a pesar de sus expresiones explosivas o eufóricas; lo cual conduce a mayores problemas de comunicación y disminuye la capacidad de expresar sus emociones con asertividad (Reche & Díaz, 2018).
Resultados de la evaluación del Test de estabilidad emocional
En el caso del atleta 1 (Ver Figura 1) se aprecia tendencia a la estabilidad emocional debido a la inclinación en el eje de la puntuación hacia la autoestima, calma, autonomía y libre de culpabilidad. En tanto los factores que tienen que ver con la inestabilidad son de bajo impacto, entre ellos: depresión, obsesión e hipocondría, por lo que se puede afirmar que este atleta es estable. En la Figura 1 puede apreciarse el contraste entre el atleta 2 y el 1; el primero presenta tendencia a la inestabilidad emocional debido al alto puntaje en los indicadores de depresión, ansiedad, obsesión e hipocondría, sentido de culpa.
Como se observa en la Figura 1, el atleta 3 tiene solo 2 aspectos con tendencia a la estabilidad con factores como la indiferencia y la sensación de salud, muestra muy marcado los factores inestables de sentido de culpa e inferioridad y dependencia, ansiedad, por lo se puede decir que es un atleta inestable. En la tabla se refleja cómo el atleta 4 solo presenta tendencia a la estabilidad en la autonomía, mientras que los demás tienden a la inestabilidad. Destaca la inclinación hacia la ansiedad y el sentido de inferioridad que muestra el atleta.
En la Figura 1 se evidencia, además, que el atleta 5 muestra como factores con tendencia inestable el sentido de inferioridad, de culpa y la dependencia, por lo que se puede declarar inestable. Se observa cómo el atleta 6 tiene tres factores con tendencia inestable y tres, estables que son: la autoestima, la sensación de salud y la calma, por lo que se puede afirmar que su estado emocional fluctúa.
En el análisis general de los resultados obtenidos en la aplicación del test de evaluación de Eysenck, es notable que los 6 atletas estudiados sienten cierto descontento con su historia de vida, perciben un alto grado de soledad emocional, tienen miedo de expresar sus emociones, al igual que dificultades para dirigir su vida hacia la satisfacción personal. Carecen de orgullo propio, de autoconfianza. Se aprecia, como algo contrastante, que la mayoría de las puntuaciones se hallan a la izquierda de la línea central de la prueba, lo cual significa inestabilidad emocional, y, por tanto, baja puntuación en rasgos de emotividad: autoestima, felicidad, autonomía. (Eysenck, 1994).
Figura 1.
Resultados de Test de Estabilidad Emocional
En cuanto a la prueba de éxito-fracaso aplicada se constató que los 6 atletas se subestiman, pues tras la orientación de lanzar una pelota a un punto con un máximo de 10 intentos, la aspiración de rendimiento (AR) es inferior a su rendimiento real (R), lo que indica que los atletas estimaron hacer menos de lo que realmente hicieron. Esto se observa en la siguiente Figura 2.
Fuente: elaboración propia
Figura 2.
Resultados obtenidos prueba éxito-fracaso
CONCLUSIONES
Se logró explorar las manifestaciones de estabilidad emocional a partir de las técnicas aplicadas. Uno de los atletas demostró ser emocionalmente estable y cinco, inestables. Existe fluctuación en cuanto al estado de ánimo, en gran medida determinado por la personalidad de cada uno.
Se obtuvo como resultado de la investigación que los factores de riesgo que influyen en la estabilidad emocional de los atletas son: baja autoestima, frustración, decepción, desmotivación, pesimismo e inseguridad, y dolor emocional de la situación agravado por pensamientos negativos, distorsionados o irracionales. Mientras que los factores protectores que apoyan el crecimiento y la maduración sana del deportista son: elevada autoestima, niveles de disposición (implican afrontamiento de adversidades y aceptación de imprevistos), cualidades volitivas de perseverancia y motivación, optimismo y autoconfianza, e inteligencia emocional.